Entradas

Mostrando las entradas de septiembre, 2018

Palabras

Existen palabras que riman con la vida. Oraciones que se conectan con nuestro tiempo y nos van tocando, cada vez, más adentro de nuestro dañado ego. Contenedor de pociones y libros ya tiesos. Es cierto, una confesión no tiene aliento porque lo que nace del corazón es siempre un hecho Es siempre un duelo, un conflicto, una transformación. Y se vive otra vez tratando de creerle a la razón cuando se deduce su color, su tono y saturación. Decir que lo real es tan real resulta como explicar un juego. Nunca nos abrimos; poco lo entendemos, tan sólo seguimos reglas y nos mantenemos entre parámetros que si bien ya no se siguen nos enseñan a reprendernos haciendo grande el hecho de que existimos para ser leal a un ente subliminal que goza por vernos muertos. La sociedad siempre será igual. Nunca se transformará, porque no estamos listos. Somos la sociedad. ¿A dónde vamos? Haciendo...

Cambiemos de ángulo

¿Por qué no veremos al mundo como vemos en los sueños? Nos cuesta hacernos caso, nos cuesta estar atentos. Y luego tendemos a suspender nuestros sentimientos… A no dar la cara, soportar nuestros tropiezos, guardarnos en un baúl y volvernos dios de un juego. Quizá muriendo sea que cambiemos. Sólo aceptando nuestros errores, sólo a través de lienzos, podremos saber qué hacemos... Qué pensamos, qué deseamos... Por qué nos seguimos moviendo. A veces la vida nos vuelve tontos, los traumas, padecimientos, pesadillas históricas... que nos hacen velar con miedo, se convierten en tormentos y poderosas mermas a nuestro ego. ¿Qué haremos para repararnos? Podrían hacernos falta mil películas, cientos de series con decenas de capítulos, que se conecten a lo que vemos o no queremos ver en este mundo. Sin embargo, sumergiéndonos en lo más profundo de las referencias, podemos encontrar respuesta a todo. Porque todo lo que nos hace sufrir no es más que nuestra vida... Una vida... Una vi...

Un año más

Podemos decir que es el final. Podemos querer la suerte apagar. Y desear que los conflictos desaparezcan sin más pero la verdad es: que realmente se hace imposible no desear soportar y experimentar cada día una nueva oportunidad. Porque gracias a todos es que puedo seguir. Cualquiera que lea, que piense y que escriba es un profeta, una obra y un amigo. Cualquiera que escuche permite existir las ideas que se crean sin siquiera saber Hoy, por qué deben ser mi agradecimiento y mi coro para continuar sorprendiendo, creciendo, aprendiendo... A servir. Pronto habrá más, y este muro caerá. Pronto saldrá una obra completa, llena de velas, de chistes, de cremas, de colores, sentimientos, amores... Y golpes a la sociedad que resite cambiar pero no el innovar.

Se llama poesía

Se llama Poesía quien inspira amor. Se llama Poesía quien fue la creación. Se llama Poesía el color del destino que comprende un sonido atenuado al calor que emana la vida que sublima un don. Poesía, una rima. Poesía, un mensaje. Poesía, un pasaje por multiversos contados que olvidan la lira que olvidan cantar. Poesía es ahora profundidad que se culpa, que se espera, se sumerge en libertad y vuelve retornando como mil versos más que algún poeta enamorado traducirá cual lema extraño susurrado a su alma en paz. Poesía, sea la vida. La historia en desventura. Poesía, sea una vida. Una historia entre la bruma que es un día luna y otra noche es sol. Poesía, sea temperatura. Cambios con premura de color y de estación. A veces brilla y vive otras nace y es. A veces sobrevive, lucha y lucha en trascender. Y cuando no resiste pie...

Dilema ancestral

Necesito que sepas: No es la última vez. Hay más por saber y que no lograste aquel día poder suponer. Ahora es tu fingida suerte la que quiere verte merecer. Hay paz donde quieras. Hay paz sin tener. Es posible aún darme un porqué Ambos sentimos, no ignoremos que sé, qué es un error, qué es florecer. Inténtalo ahora; nunca lo olvides. Inténtalo pronto; llévame contigo, como recuerdo, siendo vestigio, lágrima o sustantivo. Lógralo; firma y promete con tu vida. Lleva mi nombre marcando tus letras y tus sinfonías hazlas todas mías; dedícamelas a mí. Puede que algún día, en esta o en otra vida, volvamos a inspirarnos, encontrarnos; enamorarnos y quizá volver a escribir para el otro y esperar un nuevo dilema ancestral.