9 mil colores.
He vivido a través del tiempo, he visto el fin de
aquello que ahora llamamos Tierra, madre de los colores, señora de las ideas.
He vagado entre los mundos, y no encontré planeta
igual, que pudiese albergar la existencia de tantos seres, grandes y únicos,
llenos de formas, hijos dotados de especie y género. Aún no tolero como esos
particulares buscadores de la verdad, no le otorgan real fe a lo que sus ojos
les permiten ver, pues, no hay lugar en el universo que pueda enseñar con cada
momento que vive.
No existe sol como vuestro sol, cumple su trabajo con
amor para darle vida a todo lugar en que su luz se extienda. Por eso no habrá
amanecer como vuestro amanecer, ocasos sin igual, cada día tienen dos horas
para aprender a mirar.
La naturaleza les da vida, comodidad y resguardo, por
qué huyen de ella mientras se destruyen a sí mismos, el poder de sanar es el
verde que refleja, renace cada año con más energía, intentando alegrar a quién
sabe qué.
No existe océano más azul, soñador del cielo, extendido
en el mundo para regular las esencias, el fuego, el calor del sol necesita
descansar, de allí los seres reales de agua se componen.
El aire emblanquecido por el frío del invierno, en la
juventud se dedicaba a formar arcoíris.
Imagínense desde ahora al mundo fraccionado, solo
existirá la vida la luz, la prosperidad, el amor, darán alusivas imágenes que
os llenaran del valor de ver y soñar con un mundo que describiré a
continuación:
Un redondo dimensionado al tercer grado de proporción,
absorberá los colores como un lienzo a la pintura; se mantendrá ahora siendo un
mundo, vecino al que cada quien mantiene dentro de su mente.
La tierra marrón estará más oscurecida. Será cálida su
sensación mientras enfría la autoestima, los abraza su suave textura
desmoronable, que no les deja ni una mancha en sus gentiles manos.
Los caminos serán blancos, limpios y libres de
bloqueos, le permitirán a cada soñador plasmar, gracias a sus recuerdos, las
bellas piezas ilustradas que servirán como vías, su propio arte será quien guíe
y les encamine hacia el futuro; los pasos falsos construirán un mundo, dejarán
una marca resaltante de un color fosfórico.
Los árboles se moverán, los arbustos saludan al pasar,
todos juntos bailaran al son de un compás imaginario, dirigido por el tiempo, las
aves cantarán intermediando. ¿Apreciaran su canto? O aún no comprenden de qué
les hablo.
Los lunes cada quien despertará, y observará el
maravilloso, fantástico, acto preparado en que el cielo moverá sus nubes, verán
lo que no han visto, cada código en distintas gamas de color, apoyado por las
estrellas que titilarán muy radiantes por la emoción.
Este maravilloso mundo que les describo existe ahora y
ha sido siempre, siempre una superficie en que los soñadores, seres de ideas,
han trabajado.
Cada humano, cada animal, cada planta y cada mineral es
una perfecta unificación de las artes; se les ha concedido una esencia que
transmite su propia forma de ser identificada.
Olor, textura, sonido y color, son los rasgos capaces
de ser percibidos, son indiferentes del origen pero propios de sí. Pueden
cambiar, ser transformados, pero no totalmente.
Así como el mundo tiene sus marcas, ustedes y ellos(los
seres naturales) poseen un sensible historial de cambios al espíritu.
Todos juntos son millones, organizados quizás miles,
solo unidos alcanzan a ver, sentir y percibir, decir aquí ¡Somos nueve mil!
seres llenos de colores y formas, representantes de esta humilde realidad.
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