Más con menos
No hay razón para debatir sobre la irónica fiesta del convivir que nos incita a analizar las verdades que se ocultan, impresionan, y evaden. Gestos inconexos a pensamientos superpuestos. Comportamientos imperfectos en un paraíso de tropiezos. Que sabrá tener mil nombres y podrá saber mil vidas, pero nunca completa sus esquinas, vacías y esperando a ser llenadas, curtidas y esperando a ser limpiadas, extrañas, odiando tanto olvido hecho por cada amigo que desentraña lo dormido. Sería imposible fallarle al verso diciendo que nada inspira, y que miento, pero son muchos los recuerdos que se podrían relacionar. Es fácil recrear existiendo tantas verdades; habiendo tantas personas, tantos idioma; perspectivas. En un mundo donde hace falta probar lo cierto, acostumbramos a crear más con menos. Nos obligamos a tender la mano a nuestro propio ego a nuestro propio a...