Perdido y sin sueño
Me hallo ahora preso en la libertad,
un ambiente nocturno que no deja pensar,
ganas de soñar, pero no de regresar,
ganas de correr, sin saber a dónde ir.
Y allí, en un paraíso estropeado,
quiero volver a construir los cimientos
quiero volver a alzar mi universo.
No puedo, ya no es donde pertenezco.
Me causa dolor entenderlo,
es imposible alcanzarlo con tiempo,
y buscarlo sería un intento;
reiniciar, iniciar, comenzarlo, de nuevo.
Me he perdido, o me han robado.
Ya no poseo un cuerpo etéreo.
Dormir es sólo un parpadeo
despertar un tortuoso momento
y vivir, ya eso sería eterno.
¿Por qué encontrarnos será tan complejo?
Ya no existen palabras, en las que pensar
antes de acabar atraídos por la fuerza,
esa gravedad que no tolera
el verse contraída o despreciada,
que es tan culpable; a la vez no hace nada.
Porque es la culpable de que hoy exista calma,
y que nunca se piense en lograr una hazaña.
El mundo de los sueños,
un reflejo tan real
de aquello que pensamos y sentimos de verdad
pero que tan cansadamente
no sabemos soportar
y todo se expresa
y acaba
en nuestro nexo sensorial.
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