Se acabó la primavera
Las hojas ya caen.
El suelo se enferma.
Y se merman las tiendas
llenas de velas, de sonrisas; de días
haciendo algo nuevo
y algo bello, por alguien más.
Los suspiros acaecen
se pintan de calma
color de hazañas.
Reviven y mueren.
Son material espacio vida.
Suprema fuente de ironías;
la bifurcación del tiempo
Suprema fuente de incertidumbre;
la curvación del espacio.
Hace al mundo girar, atraerse, vivir.
Aunque también controle al mundo,
el mundo también controla a él,
y a todo, que es materia espacio, y está viva.
Todo, se rige bajo leyes.
Todo debe ser estacionario;
ciclo tras ciclo de suerte
que mantiene a cada quien estresado
soñando por saber quién es
o qué es aquello que sopla los astros.
Nos mantiene condicionados a existir
Pensando distintamente de acuerdo
al sentir del planeta y del cuerpo.
Escribe ilusiones pasivas
con dulce olor a jazmín.
Aunque ya muere
la primavera muere
y todo pronto tendrá que morir.
Sin embargo, no es tarde.
Es un comienzo de los grandes
hecho que sea verano
el siguiente proceso encarado
para con ello poder revivir.
La primavera se acaba
y ya viene
el insufrible calor del sufrir.
Que sólo siente el que ha de sentir.
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