El valor de tu valor

Es lamentable que en el mundo tanta gente tienda a despreciarse, y destruirse, tanto mental como físicamente (incluyendo ética, moral, salud y condición). Y con el tiempo, indudablemente, todos acabarán por enfermarse de un padecimiento tan horrible como lo es la depresión ignorante.

Los humanos nacemos con el poder de atraer cualquier cosa que deseemos, de verdad, sabiéndolo pensar; y de allí crear nuestros propios sueños. Aun así, nos desprendemos, de esa curiosa habilidad. Y nos sumimos en miseria, profunda aflicción por tan sólo ver, o quedarnos viendo, siempre la misma imagen. El mismo pesar, Durante fases en las que deberíamos brillar…

Es el tiempo el que enseña. Aprender, sentir, valorar. Escuchar y observar son la clave; para conocernos y entendernos son la base.

Por ello todos deberían de vivir retratados en sus acciones, sus palabras, sus ideas; puesto que, estas siempre quedan en la mente de las personas. Cualquier sentimiento es transmitido; es expresado dependiendo del ser. Al fin y al cabo, todo concluye con que, cada quien le otorga su valor a lo que quiere. ¿Tú te quieres? ¿Cuánto vales? ¿Qué quieres? ¿Por qué vales?

Respondiendo esto nos acercamos a reencontrarnos.

Es necesario saber apreciarnos.