Vida pacífica

Vida pacífica

Autor: Saint Sias

Queridos amigos, siempre he querido decirles lo siguiente: «No se preocupen». Estoy bien, siempre, gracias a ustedes. A pesar de los problemas, los conflictos, las discusiones, las peleas (todos hechos violentos), siempre logré salir adelante, siempre he sido “feliz”… Claro, no feliz “Feliz”, pero siempre ha habido alegría entre momentos de paz y de caos. Siempre todo ha sido tan normal, tan natural, tan nativo. Siempre ha sido todo tan sencillo… que ahora no encuentro nada porqué quejarme. He experimentado una vida muy pacífica, donde hasta las enfermedades cesan, y no hay quien nos vea mentir, caer o fracasar.

Qué fatiga da tener que dormir y no que soñar, habiendo cumplido olvidado cada sueño, presentado e inspirado por otros humanos. Fueron otros los que fueron perdiendo el tiempo y su energía, el cuerpo, que hoy se pudre, es lo que llamaría yo de claridad.

Da pereza no esperar, aunque esperemos sin saber, y nos dejemos llevar por oradores de papel. ¡Ay! qué dolor me da ver las almas florecer y, como de costumbre, perecer junto a sus sueños.

Ojalá no nos demos cuenta de esto todos, al estar tan viejos.