Inalcanzable
Inalcanzable
Por Saint Sias
Inalcanzable,
como un cuento, una fantasía, te has vuelto. Inalcanzable como un astro; pero
uno que sólo vive en tu imaginación. No sé cómo te conviertes en admirador, de
todos, siendo admirado por cuantos. No sé si actuarás, o si serás así, con
todos, o sólo con unos cuantos. Tampoco sé que pensarás, de mí, y por qué yo
pensaré en ti, de vez en cuando…
Te has
vuelto inaccesible, realmente inaccesible. Nunca inalcanzable, estando tan
cerca y a la vez tan distante, de ti mismo, de la realidad, de todos. Sólo te
has vuelto un «coro». Un pensamiento que se repite, una estrofa incorruptible,
alguien ajeno a todos, y a sí mismo.
Inalcanzable,
sí, inalcanzable, podrían ser tus ideas, tus sueños, tus expresiones, ¿pero que
no son así las de todos? Tú lo sabes; siempre, de hecho, lo has sabido.
Conocías el secreto de valorar a los demás, y de creer y de confiar,
enteramente en ellos. Para así, quizá determinar cuánto te quieres a ti mismo.
Y, cuánto valorarás lo que haces. Como si no apreciaras las apreciaciones; lo
que digan otros, exceptuando críticas, esas que te hacen crecer. Eso sí es
inalcanzable.
Pero es
tedioso. Tedioso de seguir. Tedioso de pensar, de soñar, de querer, de creer,
de amar. Es tedioso todo lo que haces, no difícil, no complicado. Es hermoso lo
que haces, quizá bello, sublime… Pero que todo sea alcanzable lo hace
inalcanzable.
¿Quién querrá mantenerse todo el tiempo en lo mismo?
Repitiendo, practicando…
¿Amarás ser tú; amarás crecer, y ser, y pensar, y soñar,
obviando a los demás… y a todos?
¿Sabrás ser inalcanzable, o más bien, arte inerte, inefable?
No parece, pero logras parecerlo.
¿Será un terrible sufrimiento; un agonizante sentimiento
intrépido?
¿Será color y placer y brillo y alegría ese proceso?
Tan sólo un triste encuentro, contigo, es suficiente para
saberlo… Saber que temes seguir sufriendo, pero no, seguir sufriendo temor, a
vivir y morir sin crecer… acercándote a lo inalcanzable.
Comentarios
Publicar un comentario