Miedo
El miedo es una sensación indefinible
pero fácil de explicar.
Una emoción tan básica y tan simple
que no requiere limitarse.
Miedo, una palabra; un significado perspicaz.
El miedo indeseable,
a la vez que inextinguible.
Es miedo y se hace horror;
un terror que nos congela.
Algunos hasta temen
al propio miedo, ¡qué ironía!
Otros lo adoptan
y le utilizan como herramienta
de sus cortas y dolorosas vidas.
Algunos, al miedo enfrentan
y superan arriesgando sus vidas.
Pero nadie entiende al miedo
lo ven como un complemento,
un instinto que sobrevive
ayudando a sobrevivir.
Es curioso pensar en él
como un liberador creativo,
que despeja nubes imaginarias
y nos hace entrar en crueles mundos.
Mundos realmente honestos.
Mundos que hablan por nosotros
y a nosotros.
Mundos que nos revelan propios miedos
y nos motivan enfrentarlos.
Mundos temporales,
casi efímeros, pero insufribles
Son esos los que creamos
por razón de arte…
Miedos hay muchos,
a todo lo que conocemos
y no sabemos comprender.
Miedo a lo bueno, más que a lo malo;
tememos vivir sufriendo
a sacrificar la felicidad.
El miedo es egoísmo
es siempre su más pura expresión
conformada por más que un nombre
un concepto de frío color.
El miedo puede ser, quizá,
la descomposición del propio amor
que sentimos
acercándonos a la perdición.
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