Cerraremos los ojos
Cerraremos los ojos ante la falta de sueños.
Cerraremos los ojos ante el pecado y los miedos.
¿Por qué abriremos tanto los ojos
cuando la vida está en juego?
Y viviremos mintiendo para mantenernos eternos...
Cerraremos las puertas, trancaremos cerrojos,
bloquearemos contactos, cambiaremos de vida.
Sin darnos cuenta, cerraremos los ojos.
Otra vez, ciegos, sin saber a dónde ir.
Otra vez, muertos, sin saber a quién seguir.
Llenos de vida.
Llenos de miedo.
Vivimos sintiendo
ilusiones de pánico
por perder, por morir.
Cerramos los ojos ante lo que no nos conviene.
Seguridad, paredes, muros,
murallas, barreras, límites y fronteras.
Sólo atrae libertad.
¿Será la paz, o el inicio de grandes guerras?
El no querer, el no amar
a todos, nos lleva a la desesperación.
Nos lleva a temer perderlo todo,
volver atrás,
caer,
fingir.
Que es como la muerte.
¿Cerraremos los ojos ante el placer?
Ante la perversión y la malicia.
Cerraremos los ojos ante las frustraciones,
ante los problemas, ante los conflictos.
Pero no cerramos las manos, la boca, los oídos
cuando estos se subliman.
No cerramos los ojos, cuando no nos hace daño.
Pero si podemos perder algo, cerramos hasta el alma
por temor a hacernos daño.
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