Uniformemente
Vive como un uniforme
fijándote en los detalles
en vez del contexto.
Vive uniformemente
fijándote en las
variantes
en vez del trayecto.
Vive observando cada
instante
y no cada momento.
Vive leyendo lo que
miras, lo que observas
y no aprendas de lo que
leas.
Siente, aprecia.
Vive arraigado a todo lo
que forma parte de ti.
No te des el gusto de
recordar.
Recuerda por el mero
hecho de vivir.
Y no quieras entender lo
incomprensible,
no atraigas a tu vida lo
que no te sirve.
No siempre buscarás tener
de todo.
¿Por qué no comenzar
ahora?
En algún momento
comprenderemos
que quizá
no necesitemos más que
sentir y que vivir
para ser felices.
Comentarios
Publicar un comentario