Leyes universales

La realidad posee sus propias leyes para hacerse tangible, reconocible, e irónicamente hermosa.

Cumplen con ser leyes por ser parámetros que no conocemos profundamente, no deseamos que sigan actuando sobre nosotros, y porque algunas personas se aprovechan de ellas...

1ª El mundo da vueltas, innegablemente, y así mismo se mueve la historia, avanza la vida.

Un ciclo infinito de aprendizaje significativo, un ciclo infinito de intentos sin sentido, un ciclo de pena, de dolor y de muerte. Todo lo contrario a la verdad de la vida.

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2º Siempre podemos hacer más.

La vida siempre cumple con tener el potencial de trascender, a pesar de comenzar donde y con lo que sea, de cada quien tener distintas condiciones, todos tenemos la capacidad de superarnos y hallarnos donde de verdad nos sintamos vivos, donde actuemos por esas sensaciones de felicidad.

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3º Cada cosa tiene una razón, cada oportunidad es un regalo.

Si bien existen las situaciones difíciles, son tan sólo una parte de nuestro aprendizaje como ser humano, cada experiencia, y más los errores, los fracasos, nos permite crecer verdaderamente como persona. Nos enseña a defendernos a través de nuevos retos, y de nuevas formas de entendernos a nosotros mismos. Gracias a ello deseamos no volver a pasar por aquellos ciclos de la vida.

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4º El olvido es inminente para tallar algo que estaba a punto de perderse.

Es costumbre ya innata, que conforme nuestra situación se hace más pacífica, nos olvidamos de nuestros orígenes, y de nuestras raíces. Conforme nos hacemos más y más grandes, nos olvidamos de lo que era realmente importante para nuestra vida.

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Estamos y estaremos siempre en el mejor lugar, todo lo que vivimos es sólo un paso más para convertirnos en lo que estamos destinados a ser, en lo que realmente somos y podemos valer. Intentemos hacer más, intentemos observar más, y así podremos explotar al máximo los potenciales dones que nos otorga la realidad.

Observemos con los ojos del mago, con los ojos del poeta, con unos ojos de cristal. Observemos todo lo que el mundo nos ofrece, amémoslo, agradezcamos cada segundo, brillemos más y más a través de las averías que todavía posee está incomprendida realidad.