El fin de este tiempo

¿Cuándo esto acabará?

Y dejaremos de seguir al pasado.

¿Cuándo esto lo expondrá?

Lo listo que estamos para enfrentarnos.

La vida, la historia, el esfuerzo, las acciones, los sueños,

todos serán reales y verdaderos,

a partir de ahora.

Pero, dependerá de nosotros,

de nadie más.

Ya se acabaron, y continuará el proceso,

se acabaron las velas, los berrinches, las penas,

se acabaron los viajes, los consejos, los pasajes,

se acabaron las mañanas, los intentos, los trajes.

Ya no habrá más máscaras, ni fiestas, ni sabotajes.

Quien se mantenga aquí juega su vida.

Quien siga aquí acepta la rutina,

la vence, la entiende, la crea,

aprende del día a día.

Soñábamos siempre con este día.

El día de ser grandes, de ser auténticos,

de dejar de soñar y comenzar a crear,

creer de verdad, lo que todo este tiempo creíamos imposible

y ahora es cuestión de fuerza, de espíritu, de mente.

Soñábamos siempre con el día

en que pudiésemos luchar por ser felices.

Y días pasaron, de truenos, de lluvia, y de color.

Días hartados, llenos de alimento y de aflicción.

Aprendemos a ver el hecho, el suceso, y la condición.

Aprendemos a triunfar sin ver a la razón,

o las razones, que nos imponen a ser distintos a otro.

Unas noches, unos días, falta poco.

Invierno, primavera, verano, sólo queda.

Frío, aroma, y calor, sólo espera.

Esperemos culminar cada estación

sin perder lo que tanto apreciamos.

Sin perder lo que somos, y todo este tiempo,

hemos estado empujando.

El fin del crecimiento y el aprendizaje.

Aunque también, sea el fin

de la inocencia y la creatividad.