Comprendido sentimiento

Originado por el resto de emociones,

De instrucciones, de percepciones,

Que la mente crea para decirme que «todo está bien».

Pero no está bien, nunca fue lo que quise,

Nunca hice lo que pude, y lo que sé,

Tan sólo lo que intentaba querer y saber.

Lo que comprendía de otros, pero no lograba sentir,

Lo que aprendía de otros, pero no lograba fingir.

Ahora toca a la mente creer

Todo lo que dice e intenta hacerme obedecer.

Suspiro, reflexiono y termino

De conquistar los problemas que un día estuvieron vivos,

Pero hoy son un castigo,

Castigo para todo al que le recuerde su destino,

Lo que vivimos, lo que morimos,

Lo que entendimos de haber nacido

Entre animales y seres de frío.

Suspiro, reflexiono y opino

Que todo lo que intentaba responderme

Era tan sólo una excusa,

De mi mente que no falla en ofrecerme

Una vida de lo más estúpida.

Falsa, color café, sabor a té,

Con olor a miel, y de tacto licuado.

Suspiro, reflexiono y me miro

Contemplo en lo que me he convertido.

Cada línea que me dice cuánto he vivido,

Compartido, reído, comido… corrido, dormido, y muerto.

Al mismo tiempo que buscaba una respuesta, una razón,

El sentido en que el destino permite guiar mi corazón.

El sentido que estas letras tienen para otros, para mí,

Para todos, para el mundo, y las distintas oportunidades

En que se divide una plaza llena de pasajes

A miles de lugares que no conocemos.

Suspiro, reflexiono y escribo.

Versos compartidos con el olvido.

Letras dedicadas al momento, al recuerdo, a la ironía.

Mientras más lo pienso, más lo incito,

Más entiendo lo que es, y qué es lo que escribo.

Un mensaje para el mundo.

Una excusa para expresarme.

Una vida donde aprendo a ser arte.

Donde resto a darme cuenta

Que en la vida no tenemos más que poesía

Y sólo nos queda hacer de ello la propia vida.