¿Qué sería del mundo sin la música?
¿Qué sería de nosotros sin sonido?
Nuestras acciones producirían algún ruido,
¿otros seres enfermarían al oírnos?
sabiendo que no sentimos lo que hacemos.
¿Qué sería de nosotros sin la expresión de la palabra?
Si las barreras no existieran, no buscáramos de acercarnos.
Si todo fuese tan natural, tan fugaz, tan insensato...
Que diera lo mismo si ser vulgar o imaginario,
estacionario o caprichoso,
un animal o un ser humano.
¿Comprenderemos el valor, el poder y el dominio
que ejerce la música
en nuestro espíritu?
Calmar los tiempos,
mermar pensamientos,
alterar lo cierto,
expresar lo irreal
clarificar lo
honesto.
Una adicción, un camino, un destino, que aún no comprendo.
Seguir un arte del que no se puede hablar,
un arte que habla de sí mismo, en todo momento.
Un arte que no escucha, pero se entiende, se traduce, se
ama.
¿Qué sería de nosotros sin esos sonidos alternados? Hechos
historias, palabras y vida.
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