Dime que harías.
—Te compondría un poema, para alegrar tu vuelo.
Y si tú te vas, y yo no llego
Cantaré a los astros hasta que se me acabe el tiempo.
Dejaré mi llanto, para luego,
En esa habitación sólo habrá una canción y mi aliento.
Si tú te vas y no te alcanzo.
Si tú te elevas y no hay terreno.
Cantaré por siempre,
Lloraré luego,
Así como tú lo hiciste, yo te creare un cielo.
Porque si hoy te vas no me alcanzará el tiempo.
Aunque no existe día para comenzar un duelo
con la existencia misma y mi inspiración, tu cuerpo.
Porque si tú te vas, y yo te veo
salir de tu contemplado templo.
No negaré quedarme sin remedios.
Ya no habrá ojos que me calmen.
Conciencia que me empate.
Una sonrisa que me alague
y a la vez que me desarme.
No sentiré más amor por nadie.
Solo anhelare algún día volver a verte
y poder desear dejar de amarte.
Porque cuanto duele pensar en ti
y si es placer me parte el alma
pensar por siempre soportar tu carga.
Porque te amo, y el cielo estará donde tú también me ames.
En todos lados, mirare arriba
aunque sabré que estarás dentro.
Porque sé que lo deseas todo para mí
así como yo oro lo mejor por ti.
Le diré al astro y a las criaturas.
Que tu alma guarden y protejan con ternura.
Que en las noches apaguen cada estrella y descanses.
Que en los días los soles traigan y te bañen.
Que la luz se encargue de acompañarte.
Para que algún día yo pueda emerger y volver a cantarte.
Porque tan fuerte creo pero no puedo,
desde allá apenas me escucharás como susurro.
Pero imaginando te fascinarás de mis bramidos
que en tu conciencia resonarán como la música hecha por
nuestros propios latidos.
Puede que nunca me sienta pequeño
porque cada día verte hace que me sienta grandioso.
Eres tú mi mundo, lo eres todo, aunque compararte con algo sea
impropio,
las mismas letras son muy poco
para decirte lo que siento, y como lloro.
Al pensar perderte algún día, y volverme loco.
Te amaré por siempre, pero a tu modo,
honraré tu temple y tus adornos,
los tributos de tu arte al hacer desastres,
y convertir pinturas en auténticas obras de arte.
Nunca trataré de imitarte,
tú me enseñaste bien, me enseñaste a amar y saber amarte,
lo haré muy bien, lo hare con arte,
la belleza se acabó está toda en ti.
Pero trataré siempre de hallar lo hermoso, como tus ojos que
me contemplan, aun sin verme, de algún modo.
Comentarios
Publicar un comentario