Amar la vida.
No necesitamos nada.
La vida no es complicada
solo que nosotros la hacemos lucir muy atareada.
Con un hermoso mar,
con un cielo inmenso,
entre las rocas el agua la luz la vida
y nosotros siendo un simple lienzo.
Hace falta más para atender a eso,
lo más simple, es que lo entendemos
pero nunca creemos
poder destrabar el cuerpo.
Y repetimos cientos de procesos,
día tras día, nos merma la locura
de ser los mismos seres que crecen con premura.
Pero buena es esa locura
que en un momento se basta y explota.
Nos cambia, nos despierta, todo nos agobia.
Pero, nos encanta, nos alivia, todo nos asombra.
Qué bello es ver otra vez
las inmensas montañas,
el cielo al revés,
los caudales brillosos,
las mágicas hazañas,
los seres muy ruidosos,
que nuestro cuerpo llenan de nostalgia.
Y sentimos, por fin vivimos, sólo cuando al silencio se
acompaña
un estruendo que le empaña, y lo deja dormitado, como un
niño
que por unas horas ha llorado, estando vivo.
Las veces que sentimos, las veces que expresamos,
ver y contemplar el mundo, el bello tiempo que se nos ha
dado.
La naturaleza inconfundible, tratando siempre de dar
algo más bello que ayer
de ver y de observar.
Buenos tiempos los que fuimos,
solitarios y aburridos,
que comprendíamos todo,
siendo niños con sentidos.
La realidad tan fantástica,
los colores que absorbía
cada mirada que se hallaba.
Los cristales que tenía,
se dañaron con el tiempo
y mientras crecía más me costaba verlo,
pero ya que lo recuerdo
aún es tiempo para creerlo y confiar enteramente en ello.
Cerrando los ojos para ver,
Desconcentrándose para oír,
flotando para tocar,
riendo para sentir,
olvidando para oler,
callando para degustar,
renaciendo para percibir, para conocer lo que es real, lo
que es amar, y darnos cuenta, que no tiene sentido el vivir pero la vida sí.
Y continúa,
y se hace bella,
sorprendente,
hermosa porque así es ella,
nuestra madre, nuestra tierra,
pintada sólo con acuarelas,
inspirada por un gran poeta,
destinada a dar calor,
hacernos sentir en nuestro hogar.
Y dejar que sobre ella, existiesen tantas historias, como
vidas multiplicadas, por contar.
Para ser felices, solamente hay que a todo intentar amar. Y
sólo amando todo, reflexionamos la verdad: «Que somos únicamente nada entre un
universo mar».
Comentarios
Publicar un comentario