Vivir muriendo
¿Están creciendo tus sueños?
¿Le has permitido a tus ideas nacer y florecer?
La vida tal como la ves
es una palabra con muchas perspectivas,
tal como el tiempo, la belleza o el amor,
las definiciones vagan de lo abstracto a lo relativo,
lo similar y afirmativo, lo real e imaginario.
Hay tanto que no podemos creer.
Existe poco que no podamos ver,
con buenos ojos todo es posible.
Hay poco que no podamos creer al verlo, al sentirlo; a su vez,
Existe tanto que no podemos ver al creer en lo ideal, lo imaginario.
¡Somos seres más que duales, universales!
En nuestra cabeza moran y desmoronan tantos seres como hemos visto en nuestras vidas. Tantas personalidades, ideas, pensamientos, hombres sin forma, ni nombre, ni color, sin nada más que la esencia de una misión, un objetivo que lograr en nuestro interior.
Vivimos siendo todo, lo que deseamos, lo que queremos, lo que aprendemos, todo. Somos un complejo sistema, cada parte de nosotros nos describe; lo más mínimo es suficiente para relatar nuestra historia. Lo más extenso es poco para describirnos, la síntesis es la vida, es como una frase de confesión. (Lo da y lo dice todo)
No necesitamos de más, no necesitamos de nada más.
Podríamos vivir muriendo, deberíamos preferirlo,
Antes de morir viviendo por primera vez.
Cuando el toque del culto nos llama, nosotros corremos descontrolados, sin saber el destino que nos depara. (El saber es un poder mal usado.) Y al servicio del deseo del placer del falso amor, nos hacemos con todo lo «indispensable» para vivir, nos olvidamos de lo importante, nos cegamos ante lo esencial... Y mientras dormimos vemos negro, mientras reímos ya no salen carcajadas, el crujido de los huesos nos aflige, la vida al final se presenta y nos llama. Dándonos cuenta que tanto dolor y tanto dolor, para que la verdadera vida en la muerte se nos presentara, como un corto sueño fue la funesta historia, una pesadilla sin terror con agrios clímax de tormento. Todo lo que aprendemos, lo que estudiamos ya no nos sirve. Una verdadera reflexión no necesita de tiempo, la verdad se encuentra al momento.
Fuésemos más felices, si creyéramos que todo lo que vivimos ya es un sueño; si pensáramos que todo lo que creemos es y siempre ha sido increíble. Que las leyes están erradas, existen por nuestra propia acción. Si supiéramos que no necesitamos nada para existir, para vivir, que vivir apegados es innecesario pero a la vez es imposible desquitarnos gracias al tiempo. Fuésemos más felices, si no pensáramos en ello, o en nada, en la vida que la muerte nos encara.
Fuésemos realmente felices, si no buscáramos definiciones para la vida. Y creyéramos en las conclusiones que nos otorgan nuestros crecientes sueños.
Comentarios
Publicar un comentario