Ser igual
¿No te cansas de ver este cielo azul con los mismos ojos?
Con tantas vueltas que da el mundo
¿No crees que haya cambiado un poco?
Con tanta luz que llega, movida desde lo más lejano,
¿Crees que ves lo mismo que ayer?
¿Crees que sientes igual que hace algunos años?
Cuántas aves han migrado, muerto y fecundado.
Han vivido miles de vidas, miles de historias,
de tantos seres que ni cuenta,
que jamás en ello has pensado.
Has logrado algo viendo, asomándote, sea de día de noche
al comienzo al final
amanecer o atardecer.
¿Has aprendido algo después de tanto observar,
de tanto ver y detallar,
leer, imaginar, deducir y alucinar?
Día tras día.
Caras nuevas, caras viejas;
caras que crecen, caras que mueren;
rostros que duelan, rostros que viven.
Sales al mundo
y ni sonríes.
¿Sabes que hacen, que sufren, que viven?
¿Sabrás que quieren, por qué luchan, por qué viven?
¿Sabrás que ven, que sienten, cuánto han cambiado?
Todos distintos, singulares, individuos.
Predecibles, lógicos, aburridos individuos.
Extraños, irracionales, variables, únicos individuos de la sociedad.
Que crecen constantemente, se multiplican sin piedad,
sin pensar en el valor, y los valores,
De y en la vida, de y en la sociedad,
Cuánto aportan y retiran de la tierra,
Cuánto crean y destruyen por necedad.
¿Sabrás que el color del sol es mucho más brillante que el que ves?
¿Y que el cielo nocturno es mucho más hermoso en otro lugar?
¿Sabrás que hay más allá de lo que puedas ver?
¿Y por qué el horizonte marca un límite con lo que quieres y eres capaz de ver?
Porque lo único que quieres es lo que sabes.
Lo único que sabes es querer.
Crees que todo es cuestión de poder,
que mientras miras, y más alto ves,
más te cabe en la conciencia y aprendes.
Pero no,
el que mira
de todos lados.
El que siente y no está atorado,
que nunca busca más, que no sabe querer.
Aprende con cada lección que el mundo le ha otorgado.
Cada experiencia es ir rotando un grado.
En casi un año, una vuelta ya ha dado.
Y a todos nos enseña lo que ha aprendido
dejando sus sentidos, sus mismos sentidos,
sus ojos, sus oídos, su tacto,
dejando todo a un lado.
Renaciendo cada día, aprende y cambia, mientras realmente ve la realidad, que sus ojos nunca le han mostrado.
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