Voz
Alza la voz y calla.
Grita pero no digas nada.
Deja que la idea se mueva en el momento, intenta no mencionar lo que tanto acatas.
Porque no somos más que vida, pero hacemos más que muchas otras, no tenemos por qué quererlo, pero lo básico nos parece insuficiente. Y hacemos lo que vemos, en nuestro día a día o en nuestros sueños; no sabemos cómo juntamos todo y lo volvemos a armar, las bases de esta sociedad son tan pequeñas para estar basadas en las murallas de las anteriores.
No existen fronteras ya, y todos pisamos el mismo mundo, todos olemos y tocamos el mismo aire; estamos compuestos de lo mismo con sus pocas variabilidades, somos fisiológicamente lo mismo, genéticamente algo seleccionado.
Elegidos para estar en este preciso momento, pero, aún no vemos la salida de tantos tormentos. Y caemos y dudamos, deseamos y pensamos y queremos ver con otros ojos y no entendemos porque seremos así y continuamos queriendo cambiar y crecemos y crecemos para llegar a otro lugar. Un lugar queremos donde no exista nada más que lo necesario para vivir y dejar los días pasar.
Nos hemos preguntado qué sería de la humanidad, ¿Si en el mundo no existiera tecnología y la evolución no nos hiciera cambiar?
¿La felicidad fuese un concepto por buscar?
O es mejor ahora, donde cada vez existen más herramientas, pero nos toca desear aprenderlas a usar.
Grita pero no digas nada.
Deja que la idea se mueva en el momento, intenta no mencionar lo que tanto acatas.
Se la verdad y dila, sin perturbar las voces ondulantes.
Termina con el tiempo, el poco que queda, en la juventud y tu vida.
Sé un completo extraño y vuelve a ser tú mismo.
Da mil vueltas, no volverás al mismo lugar.
Por más que huyas, mientras creces más te alejas.
Más vas hacia el frente, directo, sigues el camino que la vida te impuso, porque tú no decides ni que ser, ni como ser, ni que pensar; por más que seas un ser autónomo, todo fue programado mientras no lo eras y, entonces, lo único que te queda es callar; el silencio hace que tu voz vuelva a hacerse tuya.
Rara, invisible, efímera pero profunda (sincera), la voz que nace del corazón, verdaderamente del corazón de los demás.
Sé un completo extraño y vuelve a ser tú mismo.
Da mil vueltas, no volverás al mismo lugar.
Por más que huyas, mientras creces más te alejas.
Más vas hacia el frente, directo, sigues el camino que la vida te impuso, porque tú no decides ni que ser, ni como ser, ni que pensar; por más que seas un ser autónomo, todo fue programado mientras no lo eras y, entonces, lo único que te queda es callar; el silencio hace que tu voz vuelva a hacerse tuya.
Rara, invisible, efímera pero profunda (sincera), la voz que nace del corazón, verdaderamente del corazón de los demás.
Porque no somos más que vida, pero hacemos más que muchas otras, no tenemos por qué quererlo, pero lo básico nos parece insuficiente. Y hacemos lo que vemos, en nuestro día a día o en nuestros sueños; no sabemos cómo juntamos todo y lo volvemos a armar, las bases de esta sociedad son tan pequeñas para estar basadas en las murallas de las anteriores.
No existen fronteras ya, y todos pisamos el mismo mundo, todos olemos y tocamos el mismo aire; estamos compuestos de lo mismo con sus pocas variabilidades, somos fisiológicamente lo mismo, genéticamente algo seleccionado.
Elegidos para estar en este preciso momento, pero, aún no vemos la salida de tantos tormentos. Y caemos y dudamos, deseamos y pensamos y queremos ver con otros ojos y no entendemos porque seremos así y continuamos queriendo cambiar y crecemos y crecemos para llegar a otro lugar. Un lugar queremos donde no exista nada más que lo necesario para vivir y dejar los días pasar.
Nos hemos preguntado qué sería de la humanidad, ¿Si en el mundo no existiera tecnología y la evolución no nos hiciera cambiar?
¿La felicidad fuese un concepto por buscar?
O es mejor ahora, donde cada vez existen más herramientas, pero nos toca desear aprenderlas a usar.
La sinceridad es bella por excelencia; por alguna razón es perfectamente bella, a pesar de ser única y variable en cada ser.
Comentarios
Publicar un comentario