Graduación

Todo surge y vuelve a surgir,
crece y no se detiene,
se libera, se expande, se comienza a limitar
y no se detiene hasta poderse enfocar.

Es que los niveles no existen,
es un problema cultural,
no enseñan como reconocer
las sagradas y ocultas virtudes de los demás.

No podemos recordar...
Tanto que hemos aprendido, tanto que no podemos recordar.

El camino de nuestro destino,
escalado podemos ver,
imaginamos están en una cima
cuyo camino no podemos ver, ni recorrer
porque realmente no poseemos la fe
de creer, de ser, de continuar siendo nosotros mismos.

¡Y pasamos por tanto! Sin saber cuánto pisamos.
Cadáveres putrefactos de intentos olvidados,
personas que no mentalizan
verse en otro lado,
creer que el tiempo es eternamente irreversible
y que el espacio no se encuentra limitado.

Las oportunidades no existen para el que nunca lo ha intentado.
Es así como el tiempo actúa
haciendo que se repita el pensamiento he fallado,
he fallado, he fallado, he fallado.

Nada existe sin razón, porque no existe
ni propósito, ni motivo en la autorreducción.
La grandeza en el destino es un concepto errado,
cada quien es como es y como su mente es de considerada.

Y somos todo y a la vez nada, cada quien puede ser lo que desee, como quiera a través de lo que tiene.

En ese momento donde cada quien da un gran y último paso.

En ese momento donde ya no hay pasos, ni pisadas erradas, ni suelos lisos, ni pasillos guiados, ni quien te vea, quien te corrija al intentar.

En ese momento todo surge y vuelve a surgir,
todo acaba y vuelve a comenzar,
de un cuento corto a una extensa novela,
es así
tu vida graduada a otro nivel.