No pierdan sus sueños.
Este mensaje es algo personal, específicamente hecho para la juventud, comprometámonos a no abandonar nuestros sueños, a nunca dejar de luchar por el bien, que podríamos llamar universal.
Ahora solo queda transmitirles un mensaje simple, un resumen de lo que quiero pedirles. No se olviden, no los pierdan; no superen, cúmplanlos, intenten pensar otra vez en ellos para evocar otros veraces momentos, que de alguna forma son la base de lo que ahora son.
Pensamos que crecer y madurar se trata de ignorar y parar, de tantas cosas que hacíamos y solíamos pensar; dejamos de confiar y de jugar, de correr y preguntar, desperdiciamos el tiempo haciendo y actuando mucho antes de poder, y para colmo, sin siquiera intentarlo hacer.
Como otra forma de explicarlo, hablo de esa forma predeterminada de ser, en que le agregamos un prefijo a todo, excepto a la palabra preparado. Y no estamos listos para nada, si convertimos esos grandes y distantes sueños en cortas y temporales divagaciones.
Por esa razón, debemos de siempre ver más allá y así intentar esforzarnos por lograr todas las expectativas que hayamos creado alguna vez en nuestra vida.
Hagámoslo juntos, se que mis palabras, estas letras a algún lugar llegaran, y allí se quedaran, haciéndolos actuar.
Las palabras que inspiran siempre quedaran grabadas dentro nuestro, y serán utilizadas, recordadas, en los más ideales momentos.
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